sábado, 2 de julio de 2011

Lo último;



- Últimamente las desilusiones llegan solas, sin índice de previo aviso;

Que la vida es algo que va pasando, empeñada en hacer siempre, planes distintos a los que puedes llegar a tener en la cabeza. Que ella no va a pararse a esperarte, a ella no va a importarle que dejes de respirar o sigas tragando con lo que te echen.
Y lo peor de todo, es que viene sin instrucciones, sin consejos que te ayuden o quizás sin ni una molécula de oxígeno de más para darte un respiro. Que habrá veces que dejarás de creer en ti mismo, en las que te verás incapaz. Ocasiones en las que el consuelo no será nada, o días en los que una sonrisa no sea suficiente;
Y te caerás ¡Claro que lo harás!. Y no una, ni dos, ni tres veces, más MUCHAS MÁS. Pero tendrás que levantarte, ya sea con ayuda o no.
Por eso debes disfrutar de cada momento, no pierdas el tiempo con adicciones innecesarias, con rumores malhirentes, o habladurías catastróficas. Ignora todo tipo de dilaciones y céntrate en lo que realmente merece la pena.
Recupera a esos amigos que te necesitan, que siempre han estado. Quiérelos como ellos llevan haciendo todos estos meses, regálales el placer de sentirte querida a su lado y aprovecha cada momento con ellos, como si fuese el último que te quedase en esta tierra.
Olvida a quien te hizo daño y no supo valorarte en su momento. Ni siquiera merece algo tan digno como un recuerdo suyo en tu memoria. Y si tienes que hacer de tripas corazón, ¡Hazlo! No te dejes persuadir por ese sentimiento que hace tiempo que dejo de vivir en tí. Nadie dijo que iba a ser fácil y por eso más que por nada tienes que hacerlo. Tienes que ser fuerte, no venirte abajo por cada palabra que quisiste decir y no lo hiciste. No te lamentes por todo lo que podrías haber cambiado la situación en la que estás. Planea tu futuro y piensa en que ahora es el momento de poner los marcadores a cero. De empezar olvidando lo que dejaste atrás. No retrocedas, que no te asuste lo nuevo, pues a veces puede llegar a ser algo realmente mágico.
Y cuando ya hayas dejado a un lado todo eso que nunca mereció la pena, que de lo único que te sirvió fue de perder el tiempo y de darle a personas inmerecidas valiosos meses o años de tu vida...Entonces, sí ¡hazlo!;
Quiérete como jamás nadie lo hizo, siéntete la mejor, siéntete guapa un domingo de resaca después de un sábado agotador.
Ámate por lo grande que eres, y valora todas esas virtudes que te hacen única en incontables ocasiones. Empieza por el principio del principio, pero esta vez, hazlo de verdad, sin miedo a lo desconocido, atrévete a sentir lo que es vivir de verdad, y sí, ¿por qué no?.. Siéntete amada, deja que el amor vuelva a llamar a tu puerta, pero con la condición de que sea para siempre, sin mentiras, sin engaños, que sea más transparente que el agua y que sea de verdad, de ese que comienza enamorándote en primavera y covijándote en invierno. De ese que transmite millones de emociones por segundo y que te deja con ganas de más en cada momento, haciéndote sentir alguien normal, en esta sociedad tan...diferente. Y no, no pierdas la esperanza, tarde o temprano llegará, en el momento menos indicado, en el lugar equivocado, llegará, te sorprenderá y quizás sin esperarlo, llegue a ti esa sensación nueva, la que olvidaste hace tanto tiempo. Siempre hubo tiempo de volver a ilusionarse ¿no crees?.

Dale lo mejor de ti a quien lo merezca, y aprovecha por muy minúscula que sea esa fracción de segundo que durará la mirada más intensa de tu vida. ¿Quién sabe?
Quizás ese sea el primer motivo para levantarte y cerciorarte de que la esperanza, es el último recurso que se pierde;

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