viernes, 6 de mayo de 2011

Por esas cosas que no se pueden contar;


''Lo que de verdad preocupaba a Katie era no saber que podía ser de la de vida de Brian. No tener algo que le asegurase que las cosas le iban a ir bien y que todo aquello malo que le rodeaba en estos momentos iba a ser desechado por él mismo. Necesitaba que alguien le dijese que todo esto no había sido en vano. Necesitaba ver una prueba de ello.
No pasaba una sola noche en la que no se preguntase como sería ella capaz de, a pesar de la distancia, ayudarle a encontrar el camino. Guiarle.
Sabía que Brian estaba ciego y sordo a los acontecimientos importantes. Ajeno a las pequeñas explosiones, a las minas antipersona que esquivaba por pura suerte.
Eso era lo que le preocupaba.
Lo difícil no era que se fuese lejos de aquí. Lo difícil no era marcharse, lo difícil era no tener ni idea de como explicarle que ella no se iba por placer, sino por necesidad. Y que dolía.
Dolía saber que iba a echarle de menos en los momentos difíciles, en los días de sol y en las vacaciones en Roma.
Dolía también saber que en la ventana de aquel piso en Nueva York no iba a haber más corazones hechos con vaho.
Pero lo que más dolía de todo, era tener la certeza de que Brian entendería todo esto por sus propios medios y quizá fuese demasiado tarde para él.''

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