martes, 12 de abril de 2011

-La palabra madre siempre se te quedó pequeña;


# Que con sólo una mirada pueda comprenderte. Que no le haga falta mirarte parea saber que estás mal, que sólo le baste con escucharte. Que sea de las que en invierno te arrope cada noche y de desee los dulces sueños, que se emocione al verte crecer, y observar como cada día eres más tú, más como ella, más mujer. Que sea la que le de todos los caprichos a tu hermano y te ponga celosa al defenderlo siempre, pero que a escondidas siempre esté para cubrirte. Que su sonrisa sea tan grande, que hasta los días más nublados se vuelvan de color. Que te apoye cuando nadie lo haga, y que sea la primera en notar los síntomas de tu enamoramiento. Que te castigue sin porqués, y que no pares de llorar, y que llegue sigilosamente y te abrace y te diga que no, que puedes irte, como hace siempre. Que se levante los domingos, y que a pesar de su cara de cansada, veas que es la más bonita del mundo. Que al pintarse los labios de ese color carmín cada sábado, sea papá quién pierda el sentido por cada uno de los tramos que los forman. Que sea única, como cada cual, pero que se caracterice por lo grande que es, por lo enorme que te hace sentir al ir a andar cada tarde con ella, mientras te echa el sermón de los lunes, por no haber estudiado en todo el fin de semana. La que le da esos ciemientos a unos sueños que siempre parecieron imposibles.

P.D: Que entre tantas almas, tantas personas y tantos sentimientos por el mundo, sólo ella, la que hoy en día es Juana Sayago Vázquez, mi madre, sea la única capaz de hacerme sentir afortunada en el mundo por el gran hecho de tenerla cada día.

-Te amo muchísimo preciosa;

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