¡A la porra los lunares!

Ya no era momento para contar sus lunares…
El tiempo les había dejado a oscuras, y ellos sólos se habían encargado de enredarse entre las sabanas, metiendo cada abrazo entre sus brazos.
Habia besos frios, parados, inquietos, largos , cortos, prohibidos , cohibidos, por arriba , por abajo...y él los iba recopilando y metiendo en una caja fuerte , de esas que no dejan que nada se escape y que de vez en cuando puedes abrir y regocijarte entre la nostalgia.
No había tiempo, y a veces tampoco espacio. Me valía con la melodía arítmica de su respiración. De vez en cuando se aceleraba, como en la películas de terror y las sábanas se nos echaban encima para no ver lo que habia fuera, o tal vez para esconder lo que habría dentro.
Los centímetros iban desapareciendo y todo se enredaba.. Ráfagas de luz que dibujan bocas abiertas, deseos suspendidos, sufridos, alcanzados, cumplidos, ojos cerrados y luego abiertos. Y más y más. Como entre las nubes. Cabellos alborotados y asientos incómodos. Manos que proporcionan placer.
Pero ya no, ya no es momento para andar contanto lunares …