- No quiero más prototipos de amor baratos, ni promesas de esas de segundas manos. No quiero resultados pospuestos a los reales ni mucho menos ilusiones de palabras fáciles. Hoy me he levantado con el propósito de encontrarle, de saber quién es o cómo es su nombre. No quiero correr, quiero que me hipnotice con cada gesto que le forme, o con cada paso que de, que sus manías sean como suspiros para mí, y que sus latidos sean mi único camino a seguir. Sólo pido que me muestre todo ese mundo que ha creado solo para mí, y que me de ese sentimiento único en el mundo. Que con cada momento juntos haga de lo más pequeño un universo sin pretextos. Que no me hagan falta más amaneceres como aquellos de tardes de verano si su piel está cerca de mi, que no necesite ningún océano, que con su mirada me baste para perderme y nunca encontrarme, que sus caricias me digan al oído todos los secretos que esconde la noche más estrellada, y que con un beso pare mi mundo, le quite el sentido a mi presente y me haga ser propiedad de la brisa de Abril.
Que yo me conformo con poco, mi felicidad no necesita mucho: Una tardecita juntos, con nuestras sonrisas de protagonistas, algún que otro achuchón y que pase lo que tenga que pasar.
Que yo no quiero amores de teatro, promesas falsas como suspiros o ilusiones gastadas. De eso la vida ya se ha encargado.
Hoy quiero un amor sano, lleno de ese algo inexplicable y que lo sepa de antemano.
Hoy quiero ser feliz con poco, un abrazo sin autor, una caricia anónima, y un amor sincero pero eterno.
Quizás un beso, un último beso que le quite importancia a los momentos pero que le de la vida a mis recuerdos.
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